Laura González Cabrera
(Las Palmas de Gran Canaria, 1976)
“Quero ver o mar”, 2021
MediaLab Prado
Intervención pictórica sobre cristal
Director artístico: David Barro
Comisario: Fernando Gómez de la Cuesta
En una residencia realizada en Santiago de Compostela en 2019, Laura González Cabrera decide emprender una investigación que trata de establecer vínculos con el lugar que la acoge a partir de la literatura, la lengua y el género. No resulta difícil deducir que, con unas coordenadas previas como esas, el encuentro con la figura icónica, próxima y simbólica de Rosalía de Castro, iba a ser inevitable. La última frase que pronunció la conocida escritora gallega momentos antes de fallecer fue “abre a fiestra, quero ver o mar”, unas palabras dichas desde su lecho de muerte, en Padrón, un pueblo gallego de interior. Esa relación con el mar, como se refleja en sus respectivas obras, es otro de los elementos que une a ambas creadoras y que, de alguna manera, es la semilla de este proyecto realizado por la artista isleña.
A la figura referencial de Rosalía de Castro, se le suman otras dos importantes poetas cuyo nexo o fascinación con el mar es significativo por cuestiones biográficas y simbólicas. Mercedes Pinto, nacida en Tenerife, fue exiliada durante la dictadura de Primo de Rivera por pronunciar su controvertido discurso “El divorcio como medida higiénica” en la Universidad Central de Madrid. Por esa represalia política se ve obligada a atravesar el Atlántico junto a sus hijos rumbo a Uruguay. No sabía entonces que nunca podría volver. Años más tarde escribió uno de sus más significativos poemas, “Tu voz”, en el que hace referencia a la última vez que vio a su madre y a esa larga travesía irreversible al otro lado del océano.

En Montevideo, Mercedes Pinto, conoció a Alfonsina Storni, la tercera poeta a la que se refiere este proyecto. Nacida en Suiza, cruza el Atlántico de niña, con su familia, para instalarse en Argentina. Muy joven se convierte en madre soltera, con los obstáculos que ello conlleva en el contexto conservador y patriarcal de la época. Aún así consigue hacerse un hueco dentro del mundo intelectual y literario convirtiéndose en un referente feminista. Las alusiones al mar son constantes en sus poemas. Tras el empeoramiento de una enfermedad mortal, y anticipándose a su destino, decide arrojarse al océano, un gesto de despojamiento que vino precedido, el día antes, por el envío de su último poema al diario La Nación, “Voy a dormir”, que fue publicado el mismo día de su muerte.
Dice Laura González Cabrera que “tanto Rosalía, como Mercedes y Alfonsina señalaron en sus obras el abuso que sufren las mujeres bajo un sistema patriarcal que las subordina. El mar es una travesía a lo desconocido, una muerte, una despedida y acaso una liberación de la opresión, del dolor físico y moral, del sinsentido. Pero esta liberación no está exenta de una renuncia significativa: la vida conocida. Rosalía quiere ver el mar, Mercedes lo atraviesa y Alfonsina decide fundirse con él. Tres mujeres con arrojo que quisieron ser dueñas de sus destinos, con el mar como cómplice de un viaje sin retorno”.
De manera formal este proyecto se concreta con la intervención pictórica monocroma de tres ventanas del edificio de MediaLab Prado de Madrid, unas estructuras que evocan el movimiento rítmico del mar, como si de una partitura musical se tratase, basadas en una trama reticular de líneas horizontales y oblicuas de distinta inclinación y frecuencia. Algunas de ellas contendrán, apenas legibles, palabras de las tres poetas, cuya lectura exigirá, por parte del espectador, la misma atención, tiempo y esfuerzo que la figura de estas mujeres merece. Tres vanos para tres poetas que, estuvieran donde estuvieran, persiguieron sus deseos, como ese anhelo permanente por ver, estar y ser mar.